La intolerancia al gluten no es una alergia propiamente dicha, porque en las reacciones que provoca no participa el sistema inmunológico. Sin embargo los síntomas de la llamada celiaquía pueden llegar a ser igual de graves. Una intolerancia al gluten requiere una limitación de la gama de alimentos, una renuncia total a los cereales que contienen gluten y a aquellos productos que los contengan.
El riesgo de que el bebé desarrolle una celiaquía se puede reducir teniendo en cuenta las siguientes normas: